Aves en cautiverio

Aves en cautiverio

Ya no podía, me tuve que mudar. La situación era terrible. Lo que un día fue mío el esclavo se lo apropió para convertirlo en condominio de lujo. Trajo de no se donde una Diamante recién casada. El marido pasaba el día inflando el pecho y engolando la garganta. Tenía complejo de barítono...
La parte que redecoraron manifestaba el mal gusto y el tipo de inmigrantes que eran. Como eran recién casados exigieron que su lecho fuera de terracota cocida y con esmalte. Recuerdo que en uno de los lados tenía escrito algo así como CARLOTTA ALFARO. Para columpiarse los percheros, tengo que aceptarlo, eran tremendas. Ellos en su ignorancia lo llamaban bambú, pero la realidad es que lucían rattan. Y debió serlo porque oí que lo trajeron de Guacio, al lado de La Misión en Río Grande. La vajilla era realmente una copia de la que yo tenía aunque mas usada. Era de material remanufacturado y lo decía "made usa". Las copas eran las mismas que me robo el esclavo no tengo dudas, como iban a poder ellos tener exclusividades, lo que habían hecho era cambiarle un poco los colores, pero no pudieron borrar el sello único "MADE IN HONG KONG.
Para poder darle un carácter nuevo empapelaron todas las paredes, la de la derecha, la de la izquierda, y la del centro... Pare ganarse la gracia del esclavo homo loccuens, utilizaron lo mejor del arte contemporáneo, pero como siempre hechas por unos aficionado. Era mas bien algo repetido a través de los anos y sin ningún valor. A la derecha una cara grande , envejecida por el uso, la cabeza era tremenda y parece que había mas pintura blanca que negra. La poca gracia del fondo decorativo ofrece otra manifestación de la incapacidad del pretendido artista... todo fue hecho en un fondo azul y blanco, inclusive el paisaje, en el medio de la nada palmas azules.
El centro era para reírse, una cara tan usada como la anterior y con una expresión de no se que hacer que mandaba madre... Trataron de corregir la pobreza de la expresión pretendiendo que saliera el sol y todo lo pintaron en un fondo rojo y blanco, no sabiendo que mas hacer pusieron muchos sombreritos de paja. Realmente la cara del centro estaba tan usada y falta de expresión que solo se toleraba porque esa era la parte mas oscura de la casa, en esa zona no había claridad ni cuando prendían el quinqué. La pared izquierda era la única que reanimaba un poco pues el que la decoro logro que a pesar de todo uno terminara por reírse puso la cara de un gringo con su pelo medio rojo ladrillo y ensortijado sonriendo a diente expreso. Los colores del fondo estuvieron bien seleccionado, verde y blanco. Lo que estaba fuera de sitio era la sonrisa pues se notaba que estaban en un cementerio rural con unas cuantas crucesitas desordenadas, y no muchas...
Como les decía, inmigrantes recién casados, mudados para lo que un día fuera parte de mi casa. Es interesante. Si vieran, al otro lado del condominio todos los que se han mudado son rabiches...

Luar Yo